Llegan días de campamentos de verano, de piscinas resbaladizas y de preciosas frutas colgando de los árboles, de correr y saltar y a veces de no medir las distancias. Los golpes en la boca o traumatismo dental pueden ser realmente aparatosos y la primera impresión es puede dejarnos paralizados del susto. Lo primero que debemos comprobar es si nuestro hijo ha sufrido cortes en los labios, la lengua o en la encía que suelen sangrar abundantemente luego comprobar el estado de todos los dientes.
Si se le han roto uno o más dientes, se le mueven o incluso se le han salido de su sitio debemos siempre acudir a tu odontólogo lo más rápidamente posible para que evalúe el traumatismo dental así como el estado de los tejidos que rodean el diente y decida cuál es la mejor decisión.
¿Qué hacemos si has sufrido un traumatismo dental?
Dentro del traumatismo dental, si estamos ante una fractura, debemos intentar recuperar el o los fragmentos de diente y no lavarlos ni frotarlos, conservarlos en suero fisiológico o en su defecto en saliva por si el dentista los puede pegar, dependiendo de la lesión. Para calmar el dolor hasta que lleguemos a la consulta puede servirnos una gasa con agua fría, un trocito de hielo o incluso un polo.
En la consulta el dentista va a valorar el alcance de la rotura, si ésta es parcial y no compromete el nervio, el tratamiento consiste simplemente en pegar el fragmento dental o la reconstrucción del diente con composite estético si no tenemos el trocito desprendido. En cambio, si se ha dañado el nervio, se debe hacer un tratamiento en la pulpa del diente para después pegar el fragmento del diente o hacer la reconstrucción.
A veces, tras un traumatismo dental con una rotura pequeña o simplemente por el golpe puede que el diente cambie de color a los pocos días y se ennegrezca produciéndose una necrosis, por esto hay que vigilar de cerca la evolución del golpe acudiendo a la consulta en las siguientes semanas según nos indique el profesional.
¿Qué podemos hacer si el diente sale de su sitio?
Si el diente se sale por completo de su sitio, y es un diente definitivo, lo mejor es intentar volver a colocarlo, para ello es muy importante que acudamos a tu clínica dental dentro de la primera hora porque el éxito de la reimplantación depende mucho del tiempo que el diente haya estado fuera de su sitio. Recordar no lavarlo ni frotarlo, ¡consérvalo en suero fisiológico o en saliva!
Si el diente es de leche normalmente es mejor no reimplantarlo y esperar a que salga el definitivo. Si el niño es muy pequeño y falta mucho tiempo para el reemplazo es posible que tengamos que poner un aparatito para “guardarle el sitio” al diente que va a salir, tras el traumatismo dental.
Lo más importante es no asustarse, transmitir tranquilidad al pequeño y acudir cuanto antes a una clínica dental. Si estás de vacaciones por Guadalajara y tienes algún percance, en la Clínica Dental los Valles estaremos encantados de ayudarte.
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